0. Introducción
1. Evolución de la novela del Siglo XIX
2. Diferencias entre el Relismo y Naturalismo
3. El Realismo en Europa
3.1. Francia (Stendhal, Balzac, Flaubert, Gouncourt, Daudet y Zola)
3.2. Inglaterra (Dickens y Thackeray)
3.3. Rusia (Gógol, Turgueniev, Dostoieski y Tolstoi)
4. El Realismo en España
4.1. Pedro Antonio de Alarcón
4.2. Juan Valera y Alcalá Galiano
4.3. José María de Pereda
4.4. Emilia Pardo Bazán
4.5. Vicente Blasco Ibañez
4.6. Leopoldo Alas "Clarín"
4.7. Benito Pérez Galdós
0. Introducción. Los cambios sociales y culturales en el Siglo XIX
La literatura europea de la segunda mitad del S.XIX gira alrededor de la realidad y sus problemas. Este carácter justifica que, más que en otras épocas, deban tenerse en cuenta la influencia que sobre la creación artística deja la sociedad contemporánea y las transformaciones que en ella se producen.
A lo largo del S. XIX, la clase burguesa sigue prosperando gracias a la aplicación de los avances científicos a la industria en lo que se llama Revolución industrial. De este modo, nace el capitalismo, sistema en el que la producción industrial condiciona la vida económica, social y política. La Revolución industrial y el capitalismo transforman la sociedad occidental, donde se encumbra la "aristocracia del dinero" y surge una nueva clase social "el proletariado industrial", que vive una situación próxima a la miseria. La literatura realista y, sobre todo, la naturalista reflejan esta situación de desequilibrio social, presentando los aspectos más negativos de la Europa industrializada.
En el terreno del pensamiento triunfa en esta época el positivismo de Auguste Compte, que reduce el objetivo del conocimiento humano a aquellos hechos que pueden ser captados por los sentidos y someterse a la comprobación por medio de la experiencia.Como consecuencia de esta filosofía positivista y apoyándose en los avances científicos, la segunda mitad del siglo XIX está dominada por la exaltación de la ciencia. El cientificismo se proyecta en el nacimiento y desarrollo de diversos géneros y tendencias literarias:
a) Relatos de anticipación o ciencia ficción, como se llamará más tarde al género (Julio Verne), que contienen argumentos que giran en torno a un descubrimiento o invento teóricamente posible.
b) Relato policial, basado en un misterio aparentemente inexplicable que un detective resuelve aplicando su razón y conocimiento científicos: Arthur Conan Doyle (Sherlock Holmes), el romántico Edgar Allan Poe (Dupin), Wilkie Collins, etc.
c) Naturalismo, tendencia que aparece en los últimos años del siglo XIX, se aprovecha de las nuevas ideas científicas y las aplica en las obras. Los escritores consideran la sociedad como un enfermo que debe ser tratado según los nuevos modos experimentales. Intentan reproducir la realidad con una objetividad documental en todos sus aspectos, desde los más sublimes a los más vulgares. Su máximo representante y teorizador fue Emile Zola.
Tras la superación del movimiento romántico, la literatura europea se orienta hacia dos tendencias principales: por un lado aquella que tiene su objetivo prioritario en la representación de la sociedad y sus conflictos (Realismo y Naturalismo); y, por otro, los autores que no desean ceñirse a lo real y reaccionan contra la limitación artística que para ellos supone. La primera tendencia triunfa en la novela y el teatro, mientras que la segunda lo hace en la poesía (Simbolismo y Parnasianismo) y en la obra de algunos narradores y dramaturgos, en los últimos años del siglo XIX.
1. Evolución en la novela del siglo XIX
El nacimiento del Realismo en España, aunque tardío, debemos relacionarlo con el Realismo europeo. La novela del siglo XIX en España sufre una honda transformación, ya que la novela del XVIII pertenece en su mayor parte al género picaresco, continuando con el esquema episódico que se remonta al nacimiento de la novela con la épica caballeresca de la Edad Media. Hasta el siglo XIX las novelas están construidas en forma episódica (suma de episodios), como por ejemplo en las dos novelas más conocidas del XVIII: Gulliver y Robinson Crusoe.
Ya a finales del siglo XVIII, sobre todo con La Nueva Eloísa de Rousseau y Las desventuras del joven Wether de Goethe, va triunfando el principio dramático en la novela y comienza una evolución que halla su punto culminante en Madame Bovary de Flaubert y Ana Karenina de Tolstoi. La atención se centra en el movimiento psicológico y en las relaciones espirituales que provocan las circunstancias externas.
En definitiva, la novela del siglo XIX, la realista, que es la que define la novela del siglo, no pretende ser más que una visión de la vida misma, por encima de cualquier tesis aparente. De ahí su tono habitual, enérgico y pesimista a la vez. Los personajes luchan con la sociedad, pero nunca podrán evadirse de ella, y el mundo seguirá siendo sucio y aburrido. La novela testimonia el tono de aquella época burguesa, industrial y agnóstica. Y tuvo éxito porque era lo que los lectores del momento pedían.
Técnicamente se implicaban perspectivas anchas, visiones de ambientes con multitud de personajes contrastados. Más adelante, a fin de siglo, la novela se va haciendo más personalista y lírica. Algunos escritores/as comienzan a fijar la mirada en detalles concretos (Naturalismo) o en momentos de intensidad poética. El cuento se cultivó especialmente a fin de siglo.
Estos son los rasgos más característicos de la novela realista:
a) Narrador omnisciente, que no se limita al relato de la acción, sino que introduce comentarios y reflexiones.
b) Orden cronológico.
c) La realidad es el punto de referencia, lo que explica la abundancia y exactitud de las descripciones, así como la ambientación contemporánea de los argumentos.
d) Las novelas se centran en la vida del personaje, explicada por las relaciones de la sociedad en la que habitan.
e) Los temas tratados son el sentido de la vida, el poder del dinero o el conflicto entre el deseo de felicidad y la vida pública (adulterio), aunque sin ofrecer soluciones o pautas morales.
2. Diferencias entre Realismo y Naturalismo
Realismo
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Naturalismo
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1. Descripción
del mundo exterior objetiva, fiel y precisa.
2. Se
describe la sociedad donde se desenvuelve el autor.
3. Reflejo
preciso de los ambientes (costumbres, lugares, vestidos, etc.).
4. Ambientes
elegantes y burgueses.
5. Descripciones
de estilo natural, lengua adaptada a la situación y condición de vida de los
personajes, predominio de la clase culta, aunque podían incluir lo popular y
lo vulgar.
6. Temas:
política, trabajo, vida burguesa, adulterio, … 7. Interés
en zonas urbanizadas, industrializadas y ciudades, donde hay mayor diversidad
de clases sociales.
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1. Predominio
del pesimismo en la temática y en el desarrollo de las historias.
2. Uso
de lenguaje vulgar.
3. Crítica
social de la manera más mordaz posible, exponiendo lo peor de la naturaleza
humana y lo peor de la vida social, a través de las enfermedades sociales
como el alcoholismo, la prostitución y las desviaciones sexuales.
4. Gusto
por lo marginal.
5. Clases
desfavorecidas.
6. Zonas
rurales, el campo y lugares marginales.
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3. El Realismo en Europa
3.1. Francia
Es obligado comenzar a hablar del Realismo francés, ya que Francia fue la cuna del Realismo. En pleno poderío del Romanticismo había dos escritores que describían la realidad con una dialéctica distinta: Sthendal y Balzac. Aunque por la generación a la que pertenecieron deberían ser románticos.
Para Sthendal (Enrique Beyle) la novela debe ser "como un espejo a lo largo del camino", es decir un reflejo de la vida. Sus novelas principales son: Rojo y negro y la Cartuja de Parma.
Sthendal tiene magníficas dotes de observación, sobre todo, de matiz psicológico. Los héroes de Sthendal son idealistas desilusionados, no manchados por la suciedad de la vida. Son amantes de la soledad. son héroes románticos.
Sthendal va a caballo entre el Romanticismo y el Realismo, pro Honoré de Balzac inaugura la generación de los novelistas realistas. Se ha dicho de él que "tenía hambre de verdad". Su obra cumbre es La comedia humana, que debería alcanzar las 137 novelas, pero de la sque solo público 27: Escenas de la vida parisiense, Escenas de la vida política, Estudios filosóficos, ... Se trata del estudio sociológico más completo del contorno humano de su tiempo. Balzac pinta los tipos acentuando sus rasgos, la lucha por la vida, el poder o el dinero figuran en casi todas sus novelas, entre las que destaca Eugenie Grandet.
Gustav Flaubert consigue el equilibrio entre la narración y la descripción. Su obra más conocida, Madame Bovary, parece un cuadro de costumbres. Aunque en ella hay secretas intenciones: Emma Bovary es un quijote femenino a la que la lectura de novelas sentimentales y amorosas deforman la imaginación. Flaubert supo dotar a Madame Bovary de una humanidad tal, que este personaje, siempre a la búsqueda de un amor inalcanzable, nos atrae irresistiblemente y queda muy por encima de la sátira con que el autor ridiculiza los gustos y costumbres burguesas de la época.
Otras novelas importantes de Gustav Flaubert son: La educación sentimental o La tentación de San Antonio.
- Camino del Naturalismo: Con el tiempo las notas realistas se van acentuando hasta un punto que más importante que describir es demostrar. A medio camino están los hermanos Goncourt y Alfonso Daudet.
Los hermanos Jules y Edmond Goncourt se dedicaron a la novela anécdotica. Con ellos el realismo pesimista de Flaubert pasa a un Naturalismo del que Zola (Germinal) será con el tiempo el representante más típico. Emilia Pardo Bazán, admiradora de estos hermanos, llama a esta tendencia "escuela colorista", porque sus obras parece que están hechas por yuxtaposición de pequeñas pinceladas. En el Diario de los hermanos Goncourt reseñan su vida desde 1851 a 1895. Su novela más famosa es Renata Mauperín, transposición novelesca de su propia familia.
Alfonso Daudet nos atrae por la simpatía de sus personajes. Su trilogía de Tartarín de Tarascón es una especie de modernización del Quijote. Su obra maestra es Jack.
3.2. Inglaterra
En Inglaterra la segunda mitad del S. XIX coincide con el reinado de la reina Victoria, "la época victoriana", período de consolidación y progresos políticos que pueden personificarse en Disraeli.
El gran novelista de la época victoriana es, sin duda, Charles Dickens, el más popular de todos los escritores de esta época. El suyo no es un realismo sombrío, sino amable y tierno. Sus mejores relatos se refieren a niños o gentes extravagantes y pintorescas. Estas son sus obras fundamentales: Tiempos difíciles, La tienda de antigüedades, Papeles póstumos del club Pickwik, David Copperfield, Oliver Twist, Cuento de navidad, etc.
El lado satírico y humorístico se recoge en la obra de William M. Thackeray, psicólogo profundo y estilista, seguro y elegante. Entre sus novelas destacan: La feria de las vanidades, Henry Esmond, La suerte de Barry Lyndon y Los virginianos.
3.3. Rusia
Prácticamente todas las novelas rusas del siglo XIX son de corte realista y en ellas destacan cuatro nombres importantísimos en la Literatura Universal: Nikolai Gógol, Ivan Turgueniev, Fiodor Dostoieski y Leon Tolstoi.
Nikolai Gógol destaca por su estilo observador. Se inició en el Romanticismo y publicó una gran novela histórica, Taras Bulba. Pero prronto cambió de rumbo. Su cuento El abrigo nos describe el mundo de un burócrata mediocre. Con Las almas muertas, nos describe la terrible realidad campesina en la estepa.
Ivan Turgueniev es de formación y mentalidad occidentales y tiene mayor semejanza con la novela francesa que con la rusa de su tiempo. Con él se inicia la "edad de oro" de la narrativa rusa. Entre sus obras destacan Recuerdos de un cazador y Padres e hijos.
Fiodor Dostoievski forma con Tolstoi la pareja más importante del Realismo ruso. Ambos describen ambientes sombríos, atormentadas figuras, exaltados y enfermos espirituales. Entre los dos descubren el más importante principio de la psicología moderna: la ambivalencia de los sentimientos. Amor y odio, orgullo y humildad, grandeza y miseria, crueldad y masoquismo, etc.
Fiodor Dostoievski describe tipos miserables, desgraciados, excéntricos. Sus novelas destacan por la intensidad de los temas y el profundo análisis psicológico con que retrata a sus innumerables personajes. Destacan: Crimen y castigo, El idiota, Los hermanos Karamazov, Humillados y ofendidos, El jugador,...
Leon Tolstoi es uno de los grandes de la Literatura Universal. Sus obras más importantes son: Guerra y paz, Ana Karenina, Resurrección, ...
Otros escritores rusos del Realismo durante el último tercio del siglo XIX son: Máximo Gorki, Antón Chejov, Kork-Lenco, ...
4. El Realismo en España
En el siglo XIX se produce un aumento en el número de publicaciones en España. Hasta la fecha nunca se había hablado tanto de Literatura, en gran parte debido a la prensa y las publicaciones por entregas.
La novela se impuso a todos los géneros. Tras una época en que apenas se habían publicado novelas, aparte de folletines y novelas por entregas, sentimentales, ...
El cambio de Rumbo (Romanticismo-Realismo), no afectó a la prosperidad. El Realismo se inició en todas las literaturas europeas a mediados de siglo, progresivamente se había ido perdiendo el ideal romántico con el predominio del espíritu burgués: en realidad, la novela se acoplaba a las circunstancias dominadas por el positivismo y los progresos científicos y la burguesía como nueva clase pudiente.
En España, país que por otra parte tenía una larga tradición realista, la picaresca, Cervantes, el costumbrismo, se implanta tardíamente el Realismo en la novela, y con él, la máxima categoría estética del género. "España, la de los frutos tardíos", como decía Menéndez -Pidal, dio a la literatura figuras tan importantes en el campo de la novela como Benito Pérez Galdós , Leopoldo Alas "Clarín" o Emilia Pardo Bazán.
Del 1850 al 70 la "modesta" novela española está escrita para un público que, en lo que a efectos narrativos se refiere, gustaba aún de los temas y expresiones románticas.
Respecto al desarrollo de la novela realista se considera fundamental el cuadro de Costumbres y la obra de Fernán Caballero (La gaviota), seudónimo de la escritora Cecilia Böhl de Faber; continúa luego la preponderancia de elementos narrativos de cierto aspecto posrromántico , como Alarcón; Y culmina con el apogeo de Galdós, Pereda, Pardi Bazán, "Clarín", ... Y como ocurre con la poesía y el teatro realista, la novela perdura en el siglo y alcanzará a algunas como Vicente Blasco Ibáñez.
4.1 Pedro Antonio de Alarcón
J.F. Montesinos propone 1875 como la fecha en la que se pueden dividir las producciones narrativas de Alarcón. Es en esa fecha en la que se publica El escándalo, a partir de la cual Alarcón se popone escribir "novelas extensas, polémicas y de tesis". Hasta esa fecha habían sido breves, heroicas o festivas.
Su cambio de actitud tuvo que ver, en parte, con la revolución de 1868, y quedó reflejado en su discurso de entrada en la Academia Sobre la moral y el arte con duras críticas al Naturalismo y los críticos, que provocó multitud de protestas: Pardo Bazán, "Clarín", ...
La obra maestra de Alarcón es El sombrero de tres picos, posterior a su entrada en la Academia.
4.2. Juan Valera
Su novela Pepita Jiménez (1874) está escrita en forma epistolar. Valera llegó a la novela desde una actitud antinovelesca, de ahí las características que presentan sus obras: intemporalidad, subjetivismo y neutralidad. Pepita Jiménez podría desarrollarse en cualquier tiempo y lugar. Valera está bastante lejos del costumbrismo ruralista y paisajista. De esta novela se ha criticado el lenguaje culto y elegante de todos los personajes. Pepita Jiménez es una novela humanista, al estilo de La montaña mágica de Mann y Contrapunto de Huxley (ambas posteriores). Los personajes hablan y hablan hasta el punto de convertir capítulos en ensayos sobre cuestiones de filosofía, arte, política, psicología, etc.
Valera se declaraba partidario del arte por el arte, no se decantaba por ninguna tendencia.
4.3. José María Pereda
Excepto sus obras juveniles de teatro, Pereda inicia su labor literaria como periodista con artículos de costumbres. Entre las obras costumbristas debemos destacar: Escenas montañesas, La leva, El fin de una raza, Tipos y paisajes, ...
Tras la novela corta, el cuento y el artículo de costumbres, escribió El buey suelto, réplica de la obra de Balzac Fisiología del matrimonio. Contigo pan y cebolla da paso al tema regional, abandonando el ambiente urbano, en donde las costumbres, las pasiones, lenguaje, virtudes y defectos de las gentes cantabras se presentan de manera pintoresca. Son títulos representativos de esta etapa: Don Gonzalo, González de la Gonzalera, De tal palo tan astilla, El sabor de la tierruca y Pedro Sánchez. En sus últimas novelas vuelve al tema del mar y la montaña. Sus obras destacan más por la verdad de sus peronajes que por la trama: Destacan: Sotileza, La Montálvez, La Puchera y Peñas arriba.
4.4. Emilia Pardo Bazán
Se inició en el género de la novela con Pascual López, estudiante de medicina en 1879. Sin apenas asomos naturalistas, aparte del excesivo detallismo. Aparece un personaje (Víctor de la Formoseda) que luego se convertirá en el tiempo de hidalgo arruinado en Los Pazos. Técnica semejante a la que empleaba Galdós.
Viaje de novios en 1881, ya hay presencia de Naturalismo. En el prólogo habla la autora del Naturalismo francés, que preludia la posterior La cuestión palpitante. Es un relato recargado de "datos físicos", abundan las descripciones de enfermedades, de trastornos, hepáticos, tuberculosis, etc. Esta novela es el primer tanteo de la novelista en la corriente naturalista.
En 1883 escribió La cuestión palpitante y La Tribuna, esta última decididamente naturalista, la más próxima a la manera de Zola. De 1886 es la que suele considerarse su obra maestra Los pazos de Ulloa, seguida de una segunda parte La madre naturaleza (1887). Estas novelas son un estudio del ambiente en el que protagonista fundamental es el paisaje bárbaro y violento, el de una tierra gallega presentada como marco de las pasiones más elementales, instintivas y primarias.
4.5. Vicente Blasco Ibáñez
Estudió en Valencia Leyes, pero no llegó a ejercer. Le absorbió el periodismo y la política, esta última le ocasionó persecuciones, encarcelamientos y destierro.
Su labor literaria es amplía, aunque tan solo nos detendremos en sus novelas largas. Blasco Ibáñez trata temas trágicos con abundantes escenas sangrientas.
4.6. Leopoldo Alas "Clarín"
4.7. Benito Pérez Galdós
(La información referente a Galdós será incluida en otra entrada)
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